Primer viernes del mes, y el dato de empleos de Estados Unidos no aparece en los calendarios de noticias. Situación extraña, tratándose además de la primera economía del mundo, y del informe que más se espera, de cara al resto del mes.
El tristemente célebre "shutdown" está pegando en este y otros estamentos del Estado norteamericano, en medio de una pelea política casi vergonzosa.
Por este motivo, el mercado de divisas presenta a sus principales componentes con comportamientos dispares ante el dólar: así como la libra Esterlina retrocede en buena forma de sus poco explicables (desde lo fundamental) máximos de varios meses, en una toma de ganancias tan lógica como esperable, el dólar australiano se mantiene más firme, por encima de 0,94, a la espera de novedades, pero con algún fundamento un poco más claro para seguir ganando posiciones en el largo plazo.
El euro, en este contexto, si bien pierde terreno desde el máximo del jueves en 1,3644, mantiene una tendencia alcista importante, aunque también poco justificada en méritos propios; más bien, hay que buscar en la debilidad del dólar la fortaleza de la moneda única. Más aún después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, no ofreciera un panorama alentador de la economía de la eurozona, aunque sí se mostró menos pesimista que en otras oportunidades.
El franco suizo y el yen, como viene pasando en los últimos años, son los principales beneficiarios de la crisis del dólar, al ser buscados como refugio. No tanto el primero, que sigue a pie puntillas los pasos del euro; sí el yen, que demora su baja a 100 unidades hasta mejor oportunidad, esto es, hasta que el dólar retome su tendencia alcista.
Poco efecto en la divisa nipona tuvo el comunicado de política monetaria del Banco de Japón, conocido en las últimas horas, aunque en verdad no ofreció nuevos elementos de análisis. El BoJ está en foco de los inversores, así como también el Ministro de Finanzas, Taro Aso, y el Primer Ministro Shinzo Abe, y sus exposiciones casi diarias no dan lugar a cambios importantes en los comunicados de la entidad.
El viernes se presenta como un día de relativa tranquilidad para las divisas, aunque el euro podría dar buenas oportunidades de venta, sobre todo al quiebre de 1,3560. La libra podría continuar su camino bajista, aunque su fuerte retroceso de primera hora la ha hecho ingresar en sobre venta.
El yen, en tanto, puede retroceder a la zona de 97,80 si el dólar toma algo de fuerza en general, siendo las incógnitas del día el dólar canadiense, prácticamente inmóvil en 1,0330, y el dólar australiano, que parece "escaparse" solo, frente a la baja del resto de las monedas líderes.